He visto como mis amistades han ido creando
hermosas páginas y dejando sus huellas
grabadas en este universo cibernético.
Yo, lamentablemente, no tengo el don de crear
o escribir como todos Uds.
Por eso pensé, llevando los poemas
escritos, por el ser que me dió la vida,
a este pequeño gran mundo, no tan solo
les obsequiaba a Uds. con este regalo, sino que
también hacia honores a una de las personas
que más amo: Chelo V.
cereza
XII/99